martes, 25 de enero de 2011

atentado de sarajevo

La organización secreta la "Mano negra", al comenzar 1914 tenía ya el proyecto de atentar en contra de Francisco-José y el rey Fernando de Bulgaria. Cuando los responsables de la organización terrorista se enteran en mayo de ese año que el archiduque Francisco-Fernando debe viajar a Bosnia para supervisar las maniobras militares, una elección rápida se hace para designar a los terroristas que participarán en el acto magnicida. Entre las condiciones a cumplir, el "candidato" al magnicidio debe ser nacido en Bosnia, que tenga menos de veinte años de edad - lo que le evitaría ser condenado a muerte si era atrapado después del atentado- y estar dispuesto a sacrificar su vida por el ideal de la gran Serbia. Los tres jóvenes serbios elegidos serán: Subrilovič, Grabege y Gavrilo Princip; a este último, con tuberculosis, se le consideraba que no viviría mucho tiempo más. Los tres habían sido fanatizados por la "Gran Serbia" y eran miembros de la asociación "Joven Bosnia" controlada por la "Mano negra". El jefe de la "Mano negra", ApisDimitrijević, dirige todas las operaciones junto al embajador ruso en Belgrado, Harvig, quien hace traer desde San Petersburgo tres cápsulas de cianuro para ser utilizadas por los terroristas si llegan a caer prisioneros. Estos van a Belgrado para recibir todas las instrucciones y las armas que utilizarán en el crimen. Antes de regresar a Sarajevo el 2 de Junio de 1914, con las cápsulas de cianuro, son recibidos por Alejandro Karageorgevich, quien ya a tomado el poder gracias a la "Mano negra" que le ha facilitado el camino neutralizando al viejo Pedro I desde 1911.



Esperando la llegada de Francisco-Fernando, los terroristas se alojan en un hotel de Sarajevo, cuyo propietario es el tío del embajador serbio Spalajković en San Petersburgo. El 28 de Junio de 1914, día de San Guido (Vidov Dan), aniversario del desastre de Kosovo en 1389, el principe heredero de AustriaHungría, el archiduque Francisco-Fernando acompanado de su esposa la duquesa Sofia de Hoheberg, es recibido por la ciudad de Saraj evo a donde llega en visita de inspección por las maniobras que está realizando su ejército. Ese día, domingo en la mañana, hacia las diez horas, en la ciudad en donde la visita había sido mal preparada y con un servicio de seguridad muy débil, ocho jóvenes serbios, repartidos en dos grupos, esperaban la pasada de la comitiva real y el archiduque, que debían dirigirse al edificio del Ayuntamiento de la ciudad. Avanzando por la avenida de la Miljačka (miliachka), el cortejo - dos vehículos descapotados y dos de escolta - pasa ante el primer grupo: Gavrilović lanza una bomba sobre el automóvil de Francisco-Fernando, falla, pero hiere gravemente a un oficial austríaco del segundo vehículo. El cortejo acelera hacia el Ayuntamiento en donde Francisco-Fernando, furioso, le grita al alcalde:

Zar nicolás II





revolución Rusa Toma del Palacio de Invierno




martes, 18 de enero de 2011

Gas mostaza





senderos de gloria

Francia, 1916. El punto más álgido de la I Guerra Mundial. El coronel Dax participa con sus hombres en un ataque suicida contra las posiciones alemanas en Agnoc, que acaba en un rotundo fracaso. Para escarmentar a las tropas, el general Mirbeau somete a consejo de guerra a tres de los supervivientes del ataque, acusados de cobardía.


En uno de sus trabajos más redondos, Stanley Kubrick reconstruye un oscuro episodio real, recogido en una novela de Humphrey Cobb. Prohibida por el gobierno francés de la época, realiza un sentido alegato contra los horrores de la guerra, al tiempo que reflexiona sobre el idealismo, la justicia, la insubordinación y el valor de la vida humana.


Argumento de Senderos de Gloria
Fuera de peligro, en su tranquilo castillo situado lejos de las líneas de batalla, un grupo de Generales Franceses trasmiten una orden directa al Coronel Dax: tomar el difícil reducto de Ant Hill a cualquier precio. Pero este ataque es una misión suicida que desde el principio está condenada al fracaso. Para justificar su fatal metedura de pata, los generales ordenan el arresto de tres soldados inocentes, culpándoles de cobardía y desacato a las órdenes emitidas. Dax, elegido abogado defensor de los tres soldados, pronto se dará cuenta de que solamente un milagro podrá salvarles del pelotón de ejecución, a no ser que demuestre que los generales son los culpables. Senderos de Gloria es una obra maestra e irresistible, del aclamado director Stanley Kubrick. Una obra devastadora y magistral que trata sobre el procesamiento de políticos militares al mismo tiempo que es una experiencia cinematográfica inolvidable












domingo, 16 de enero de 2011

Guerra de las trincheras

El primer desarrollo crítico para la aparición de la guerra de trincheras fue la introducción de los ejércitos de reclutamiento masivo, que aparecieron en la Revolución francesa y en las Guerras Napoleónicas. Antes de esto, los ejércitos consistían en un pequeño número de tropas que eran incapaces de defender un amplio territorio durante mucho tiempo. Las batallas eran breves, o degeneraban en guerras de asedio. La aparición de los grandes ejércitos hizo mucho más difícil que uno pudiese sobrepasar el flanco del otro, aunque todavía podía conseguirse, mediante cargas de caballería e infantería, que uno de ellos acabase rompiendo la formación del otro a través de un asalto directo. Un ejemplo de línea militar fortificada que se alargaba durante muchos kilómetros eran las líneas de Torres Vedras (1810), construidas por los portugueses bajo la dirección de los Ingenieros de la Armada Británica, durante la guerra contra Napoleón Bonaparte.

Lo que hizo que esta táctica fuese cada vez más suicida fue el desarrollo de armas de fuego cada vez de mayor poder a mediados del siglo XIX. Cuando comenzó la Guerra Civil Estadounidense, en 1861, se luchó con las mismas tácticas utilizadas en la era de Napoleón y durante siglos antes. Cuando la guerra llegaba a su sangriento final en 1865, se había convertido en un previo de la Primera Guerra Mundial, con trincheras, ametralladoras, fortificaciones de campo y bajas masivas. La batalla de Petersburg, cercana al final de la guerra, con sus trincheras y formaciones estáticas, contrasta con las primeras batallas, como la primera batalla de Bull Run, en donde las maniobras todavía eran posibles. Las famosas cargas de caballería, como la carga de Pickett en la batalla de Gettysburg, demostraron la inutilidad de un asalto directo contra una línea enemiga bien colocada.

miércoles, 12 de enero de 2011

La batalla naval de Filipinas

#1 · ▲Las Batallas navales de Filipinas


Hace un tiempo que tenia ganas de armar la campaña de Filipinas 1944 en lo referente a las batallas aeronavales, como Uds. Saben (y si no lo sabian, ahora lo van a saber), la recuperacion de las Filipinas por parte de EEUU fue consecuencia de la vieja promesa de Douglas McArthur (el famoso “volveré”) de 1942.



En un primer momento, hubo intencion del Comando Naval de EEUU, debido a la existencia aun de fuerzas japonesas aeronavales poderosas, de “saltear” la isla y pasar a otra menos fortificada, para de esta manera, dejar que se queden sin suministros.



McArthur se opusó tenazmente aferrandose a su promesa, tanta fue la oposición de Mc Arthur que cuentan que amenazó con dejar su comando si no se atacaban las Filipinas en Octubre de 1944.







Finalmente se planeó la invasión, ataque que slos japoneses esperaban, esperando llevarse una gloria mas para su Armada mediante un exacto plan que necesitaba que muchas piezas encajasen…







Las fuerzas japonesas: Kurita: los acorazados Yamato, Musashi, Nagato, cruceros pesados; Chokai, Atago, Maya, Takao, Myoko, Haguro, un crucero ligero y 9 destructores. La Fuerza B, junto a esta, con el Alm. Suzuki, dos cruceros de batalla: Kongo y Harina, 4 cruceros pesados: Kumano, Suzuya, Tone y Chikuma, 1 crucero ligero y 6 destructores. Separada de esta, la fuerza de Nishimura, con los acorazados Fuso y Yamashiro, el crucero Mogami y 4 destructores, cerca de esta, la fuerza del Alm. Shima con los cruceros pesados Nachi y Ashigara, 1 crucero ligero y 8 destructores.



Ozawa venia desde Japon con los portaaviones Zuikaku (ultimo sobreviviente del ataque a Pearl Harbor), Zuiho, Chitose y Chiyoda con solo 80 Zeros, cascaras vacias como carnada, escoltados por los acorazados/portaaviones Ise y Hyuga, 3 cruceros ligeros y 10 destructores











El plan era simple, por el sur se acercaría la fuerza del Almirante Takeo Kurita con la creme de la creme de la Flota Combinada, una tremenda fuerza con los cruceros pesados modernos, cruceros de batalla y acorazados, cuales?, los Yamato y el Musashi, los navios mas poderosos de la epoca, con cañones de 460mm. Esta fuerza se separaba de Nishimura y Shima que iban a ingresar por el Estrecho de San Bernardino en otro horario, compuesta tambien por acorazados viejos y cruceros. Mientras esto pasaba, desde el Norte se acercaba una carnada enorme, los portaaviones japoneses restantes, para atraer a la escolta americana y vender cara su derrota, mientras los americanos se iban al norte, los japoneses desde el sur esperaban encontrara los buques de transporte de trpas y portaaviones escolta solos para acribillarlos…..si, ya se, un plan bastante utopico… pero cuidado, no vamos a adelantar nada, pero casi, casi se les da.







La Primera Batalla: La Batalla aeronaval del Palawan y el Mar de Sibuyán







La flota Japonesa fu{e avistada el 21 de Octubre cuando los submarinos americanos Darter y Dace tuvieron un eco radar con muchisimos buques grandes a menos de 30 kilometros, comenzaron a acechar y enorme fue su sorpresa cuando vieron por periscopio a la totalidad de los barcos de superficie importantes del Japon (sin portaaviones). A las 5:30 del 23 de Octubre finalmente atacaron, el USS Darter una salva completa de 6 torpedos al buque insignia, el nuevo crucero pesado ATAGO, después viró en redondo y disparó cuatro torpedos de popa contra el segundo buque de la fila, el crucero TAKAO, a los pocos minutos, el ATAGO se hunde al recibir 4 de los torpedos con casi 400 hombres a bordo, mientras el TAKAO impactado por dos, se retira a base con dos destructores de escolta…. Faltaba el turno del USS Dace, que aceirta con 4 torpedos al crucero MAYA que se hunde en 4 minutos con enorme mortandad, Kurita sufre un ataque fulminante en cinco minutos pierde tres modernos cruceros y se desprende de dos destructores. Lo peor de esto consiste en el haber sido descubierto.



Los submarinos comienzan a perseguir al TAKAO para rematarlo, pero el USS Darter encalla, debiendo ser rescatada su tripulacion por el USS DACE, realmente una actuación impresionante de estos dos submarinos americanos, increíble su hazaña… pero esto no hacia sino comenzar.











A todo esto, la Flota solo habia ingresado en el Mar de Sibuyan…. Halsey, comandante de la flota americana, estaba avisado entonces de la aparicion de los acorazados japoneses, ordenó el inmediato desplazamiento de los modernos portaaviones rapidos USS ESSEX y USS LEXINGTON junto a los livianos USS PRINCETON y USS LANGLEY escoltados por los acorazados USS MASSACHUSSETS y USS SOUTH DAKOTA y cuatro cruceros antiaereos, BIRMINGHAM, RENO, MOBILE Y SANTA FE, mas una cortina de destructores, esta paso a ser la Task Force 38.3 comandada por el Almirante Freddy “fighting” Sherman”, formó la TF38.2 con los portaaviones USS INTREPID, USS CABOT Y USS INDEPENDENCE y los poderosisimos acorazados USS IOWA Y USS NEW JERSEY, la TF 38.4 con los portaaviones USS FRANKLIN, BELLEAU WOOD, USS ENTERPRISE Y USS SAN JACINTO, todas estas TF estaban escoltadas por cruceros pesados y ligeros AA y por destructores, la trampa estaba cerrandose….

Los Avenger y Helldivers escoltados por Hellcats de estos tres grupos despegaron de los 11 portaaviones (5 de escuadra y 6 livianos)encontrando sin problemas a la fuerza japonesa el 24 de Octubre a las 8:00 , iba a ser un largo dia… Para empezar el atque se demoró ante la llegada de un ataque tde aviones basados entierra de los japoneses, destrozados por los americanos y su temible Grumman Hellcat. Sin embargo, un solitario avion Judy pudo esconderse entre las nubes de sus cazadores y atacó al portaaviones USS PRINCETON

Una sola bombra japonesa de 225 kilos impactó la cubierta del portaaviones y lo estremecio, causando multiples explosiones de gasolina y explosivos amontonados para el atque a la flota japonesa, el Princeton se detuvo sin energía y se acercó el crucero USS BIRMINGHAM para colaborar a apargar el incendio, la tripulacion del crucero estaba mayormente en cubierta colaborando con los incendios del portaaviones cuando una tremenda explosion desgarró el casco del PRINCETON, barriendo la cubierta del crucero con pedazos de metal, este ataque solitario causó en definitiva cientos de muertos en ambos barcos. El PRINCETON fue rematado por los torpedos del USS RENO.

A todo esto, los otros dos grupos ya estaban atacando, comenzaron los aviones del INTREPID y el CABOT (este es el posterior Dedalo, cierto?), dos torpedos en el crucero MYOKO y uno en el enorme acorazado MUSASHI que a lo largo del dia recibió la concentración del ataque, con cerca de 10 torpedos y una docena de bombas, hasta que se hundio cayendo la noche con 1200 hombres.

Sin embargo, hubo un par de hechos notables: la flota japonesa seguia avanzando a pesar de haber perdido al MUSASHI y regresado al crucero MYOKO, pero KORITA decidio dar la vuelta, esto engañó a los americanos que consideraron que el daño era tremendo y se estaba retirando, al mismo tiempo se detectó la flota del Alm. OZAWA por el Norte, con acorazados y portaaviones.

A ver, analicemos que pasaba por acá y por la mente de Halsey…

1.-Los capitanes del DARTER y DACE afirmaron haber hundido dos acorazados y dos cruceros pesados (en realidad hundieron dos pesados y averiaron otro, ningun acorazado)

2.-Los pilotos que regresaban del ataque afirmaron haber destrozado la flota japonesa, hundiendo los dos acorazados clase Yamato (en realidad atacaron en ambos ataques al Musashi, pero no podian creer que resistiera tanto), dos cruceros de batalla y cuetro cruceros…. Según las cuentas de Halsey, ya no quedaba nada de la flota japonesa que pudiese considerar amenaza, salvo la del Norte….. Ozawa.

Por eso decidió mandar todos sus efectivos a una carrera al norte a fin de perseguir la unica flota japonesa que según el existia aun, la del Norte, dejando allanado el camino para el regreso de Kurita y el Yamato para acribillar a los desembarcos y portaaviones escolta…pero eso es otro cuento.

La batalla naval de Santiago de Cuba

El desastre naval de Santiago de Cuba (3 julio 1898). Por Ricardo Peytaví:
Es una ciudad de calles estrechas y casas bajas, aplastada por un calor canicular casi todos los días del año. Da la sensación como en muchos otros lugares del país, de que el reloj se paró en enero de 1959, o quizá mucho antes; si no fuese por el tráfico rodado, la expansión de los barrios periféricos y otros pocos símbolos adicionales de una modernidad raquítica, se diría que Santiago de Cuba conserva el aspecto que tendría aquel domingo 3 de julio de 1898, hace hoy exactamente cien años, el día en que lo poco que quedaba de la Armada española se disponía a un sacrificio inevitable frente a la escuadra norteamericana.

Salida a plena luz del día:
Eran las nueve y media de la mañana cuando el crucero acorazado Infanta María Teresa, buque insignia del almirante Pascual Cervera, abandonaba la bahía de Santiago de Cuba. La batalla comenzó inmediatamente: a las 9,35 el "Teresa" abrió fuego sobre un acorazado norteamericano, aunque su intención era dirigirse a toda máquina hacia el Brooklyn, al que interesaba poner fuera de combate enseguida por ser el navío más rápido de la escuadra enemiga. Detrás del "Teresa" salieron en fila india (no había otra posibilidad por las características de la bahía) los también cruceros acorazados Vizcaya, Cristóbal Colón y Almirante Oquendo, con la intención de huir rápidamente hacia el oeste. Por último se hicieron a la mar los destructores Furor y Plutón, que no tenían ninguna opción ante la potencia de fuego de Estados Unidos.

El único barco que podía, en principio, ponerse a salvo era el Cristóbal Colón, al ser el más rápido de ambas flotas. Estuvo a punto de conseguirlo, pero al consumir todo el carbón de calidad, tuvo que emplear otro de menor poder calorífico; perdió velocidad y fue alcanzado por los acorazados enemigos. Su comandante decidió embarrancarlo a las 13,54 en las proximidades de la desembocadura del río Turquino, a 48 millas (89 kilómetros) de Santiago. La suerte de los otros cruceros fue similar. El "Teresa", aunque en principio hizo huir al Brooklyn, sucumbió bajo el fuego del Indiana y el Oregon. El "Oquendo" y los dos destructores sufrieron un intenso castigo desde que abandonaron la bahía y quedaron fuera de combate en poco tiempo. El Vizcaya, alcanzado por varias andanadas, decidió encallar en el Aserradero, donde le explotaron las calderas y los pañoles de munición poco después de las once de la mañana. En algo más de cuatro horas, la escuadra española del Atlántico quedó aniquilada.

Aunque la cifra de bajas nunca se han considerado muy exactas, en el bando español hubo 332 muertos y 197 heridos; en el norteamericano un muerto y unos pocos heridos. Los daños que sufrieron los navíos de EE.UU. fueron escasos. Jamás se había visto algo parecido en la historia naval. Muchas toneladas de papel se han impreso en los últimos cien años para tratar de explicar lo sucedido aquel día. En la parte española siempre ha prevalecido la idea de que la escuadra del almirante Cervera se enfrentaba a una fuerza infinitamente superior, y que sus barcos eran viejos y estaban mal equipados, pero eso no es del todo cierto. El "Teresa", el Vizcaya y el "Oquendo" habían entrado en servicio en 1893, sólo cinco años antes, mientras que el "Colón", el Furor y el Plutón fueron botados el año anterior. Los barcos españoles tenían una coraza y armamento más ligeros que los norteamericanos, pero también eran más rápidos. Se trataba en ambos casos de flotas modernas aunque construidas con una concepción distinta. España necesitaba buques capaces de trasladarse con rapidez a sus posesiones de ultramar, no sólo en el Caribe, sino también al otro lado del mundo, en Filipinas. Estados Unidos, al carecer de un imperio ultramarino, optó por barcos más pesados pero también menos ágiles. En principio, ninguna de las dos armadas tenía ventaja sobre la otra. Todo dependía del tipo de combate naval que se entablase, pero tanto en Cavite (Filipinas) como en Santiago de Cuba, las circunstancias le dieron una ventaja aplastante a los navíos yanquis.

El justificado pesimismo de Cervera:
A estas alturas, los historiadores tienen pocas dudas de ue el pesimismo secular de Pascual Cervera fue decisivo no ya para la derrota en sí (algo difícil de evitar), sino para la forma tan rápida con que ésta se produjo. Cervera fue a Cuba a regañadientes. El 20 de abril de 1898, cuando la flota española se reunió en las islas de Cabo Verde, le recomendó al ministro de Marina que en vez de zarpar rumbo al Caribe, resultaba más aconsejable trasladar la escuadra a Canarias, para defender este archipiélago (e incluso costas peninsulares) de un posible ataque norteamericano. Sin embargo, el 24 de abril el Gobierno le ordenó que saliese hacia las Antillas. En el mismo mensaje se le informó que la bandera de estados Unidos era enemiga. Cervera preparó los barcos y zarpó el 29 de abril. Antes, le escribió una carta a su hermano en la que, entre otras cosas, le decía :

"Vamos a un sacrificio tan estéril como inútil; y si en él muero, como parece seguro, cuida de mi mujer y de mis hijos.

El pesimismo de Cervera contrasta con la euforia que se vivía en España- la población, enardecida por una prensa patriotera, estaba convencida de que la escuadra española no sólo derrotaría a la norteamericana, sino que incluso bombardearía y bloquearía algunos puertos de ese país. El 19 de mayo la escuadra norteamericana arribó al puerto de Santiago de Cuba. Era un lugar seguro, donde al enemigo le resultaba casi imposible entrar, pero del que resultaría muy difícil salir si la escuadra norteamericana establecía un bloqueo, como así fue. El 25 de mayo, Cervera envió un telegrama al ministro de Marina en estos términos:

"Estamos bloqueados. Califiqué de desastrosa la venida para los intereses de la Patria. Los hechos empiezan a darme la razón. Con la desproporción de fuerzas, es imposible ninguna acción eficaz. Tenemos víveres para un mes".

Lo que ocurrió entre esa fecha y el 3 de julio ha dado pie a debates apasionados a lo largo de un siglo. La pregunta es por qué salió Cervera si las posibilidades de escapar eran mínimas, y la respuesta siempre es la misma: porque se lo ordenaron. La propia defensa de la ciudad ya resultaba delicada. Parte de la dotación de los barcos fue desembarcada para apoyar a la infantería y luego reembarcada justo antes de que la escuadra se hiciera a la mar. Se corría el riesgo de que las tropas yanquis, apoyadas por los mambises, se apoderasen de la entrada de la bahía y encerrasen a la escuadra. Otros historiadores, como el cubano Enrique Pérez-Cisneros, hablan de que el Gobierno de Madrid temía que Cervera se rindiera sin combatir. En la metrópoli se prefería una derrota honrosa en el mar. Sea como fuese, resulta incomprensible que los barcos españoles zarpasen a primera hora de una larga jornada de verano, en vez de aprovechar la oscuridad de la noche o incluso un día de mal tiempo que dificultase el bloqueo. Lejos de eso, se enfrentaron a una poderosa escuadra en el peor momento, eso sí, después de haber asistido a misa y de gritar "¡Viva España!". Lo que sucedió inmediatamente fue una derrota que nadie trató de evitar. De hecho, cuando el Cristóbal Colón fue hundido por sus tripulantes para que no fuese apresado por el enemigo, apenas había sufrido daños. (Ricardo Peytaví)

El hundimiento del maine

En 1898 Estados unidos todavía no era una potencia mundial, aunque ejercía un liderazgo claro en América. La experiencia de la Guerra de Cuba terminará de catapultar a la joven nación entre las grandes potencias. Pero, ¿qué sucedió realmente en La Habana el 15 de febrero de 1898? ¿Utilizó Norteamérica la supuesta agresión para legitimar su intervención en Cuba?

La política internacional de los Estados Unidos tras su Guerra Civil se centró en consolidar su posición en la región. La próspera economía norteamericana se afianzaba poco a poco y necesitaba nuevos mercados que conquistar y materias primas baratas para sus manufacturas. México, Costa Rica y Honduras fueron los primeros países en recibir una fuerte inversión norteamericana. Mientras que en México se fortalecían las empresas mineras, petroleras, ganaderas y de infraestructuras, la poderosa United Fruit Company tendía sus tentáculos por todo Centroamérica; en Cuba la producción de azúcar pasó a manos de empresas yanquis. La doctrina Maham dotaba de una nueva visión geopolítica a la actuación exterior de los Estados Unidos.
En 1897 se pudo observar el primer cambio en la política de hegemonía que desde Washington quería imponerse a todo el continente. La mediación de los Estados Unidos en la crisis entre Venezuela y los Gran Bretaña por la cuestión de límites fronterizos en La Guayana, consolidó su fuerza en la región. El conflicto se solucionó y el éxito animo a los Estados Unidos a participar más activamente en los asuntos de la región.
La política exterior norteamericana en América se completó con el intento de manipulación del Panamericanismo, que en las últimas décadas había vuelto a resurgir entre ciertas clases sociales de diferentes países. Desde 1826 se habían celebrado varios congresos, pero fue en el 1888, cuando el Congreso de los Estados Unidos propuso que la próxima reunión se celebrara en Washington. Fueron muchas las voces que se levantaron en contra de este intento de manipulación norteamericano, pero al final se celebró 1889 en la capital norteamericana.
Mientras tanto, Estados Unidos seguía extendiendo sus intereses económicos por Chile y Argentina, convirtiéndose en poco tiempo en uno de los mayores inversores extranjeros en estos y otros países Sudamericanos.
Cuba sufría una larga guerra civil que comenzaba a afectar los intereses de los Estados Unidos, animados más que nunca a comprar la isla a los españoles. No era la primera vez que los ojos de los norteamericanos se posaban sobre las islas de Cuba y Puerto Rico. Desde la formación de Estados Unidos muchas habían sido las voces que pedían la anexión de las islas, ya fuera por la fuerza o negociando su compra. En 1762, La Habana fue ocupada por una fuerza conjunta de norteamericanos, todavía súbditos de su majestad, y fuerzas de Gran Bretaña. La capital volvió a recuperarse tras el Tratado de París. De los numerosos intentos de compra e invasión de la isla hay que destacar los protagonizados por el venezolano Narciso López, creador de la bandera cubana y cara visible de los intereses del famoso Club de La Habana. Los intentos de compra fueron numerosos, el último se produjo pocas semanas antes de que comenzara la guerra entre España y los Estados Unidos.
¿Por qué los Estados Unidos no intervenían en Cuba como lo habían hecho en otros países?
La intervención armada en Cuba no estaba exenta de dificultades. A pesar de que la opinión pública, animada por los amarillistas periódicos de Hearst y Pulitzer, estaba a favor de una acción armada, el presidente norteamericano McKinley sabía que los países europeos no verían con buenos ojos el ataque frontal a una potencia debilitada como era España. A pesar de todo, McKinley decidió enviar un buque de guerra a La Habana, el Maine, para presionar al gobierno de Sagasta y conseguir así la compra de la isla, terminando con una gran sangría económica y humana para su país. Al mismo tiempo, el general Woodford negociaba en Madrid con una reina cansada, que estaba apunto de ceder la soberanía de las islas y terminar con la crisis política de los últimos años.
¿Qué podía decidir a España a vender Cuba y Filipinas? ¿Cómo podía conseguir el gobierno de McKinley que una intervención de los Estados Unidos no pareciera una agresión directa?
Mandar un buque de guerra a un puerto hostil era la forma más fácil de que un accidente o algún tipo de disturbios terminaran por provocar una crisis diplomática. El embajador norteamericano Lee lo sabía y no dudo en pedir a la Secretaría de Marina que enviara un buque para defender los intereses norteamericanos. Pero los días pasaron y los españoles se guardaron de crear cualquier conflicto diplomático. Tan sólo dos días antes de que el Maine abandonara La Habana, en la noche del 15 de febrero, el buque estallaba misteriosamente.
Las decenas de teorías que han intentado explicar uno de los misterios bélicos sin resolver más antiguos de la historia contemporánea, sólo han conseguido contribuir más a la confusión.
La política exterior norteamericana desde 1898 ha repetido el modelo de “nación agredida” en los momentos claves de su historia. El caso del ataque a Peart Harbourt por los japoneses en la segunda Guerra Mundial, que sacó a los Estados Unidos de su política de neutralidad o el más significativo del golfo de Tonkín de 1964, por el que el Congreso de los Estados Unidos aprobaba la intervención en Vietnam, nos muestran dos ejemplos del modelo de “nación agredida” que se ve avocada a la guerra, pero no son los únicos. El caso de los barcos Lusitania y el Sussex, donde numerosos ciudadanos norteamericanos perdieron la vida, llevó al presidente Wilson a plantear un ultimátum a Alemania. En 1917, el hundimiento de un mercante estadounidense con toda su tripulación provocó la declaración de guerra. En los últimos años Estados Unidos ha utilizado un nuevo sistema de guerra defensiva denominado “guerra preventiva”, por la que Washington puede propiciar un conflicto para evitar una amenaza contra su país o países amigos.
¿Esto quiere decir que los Estados Unidos hundieron su propio buque de guerra asesinando a decenas de marineros, para provocar la guerra con España?
Los norteamericanos, con toda probabilidad, no hundieron el Maine, o por lo menos, si tuvieron algo que ver en su hundimiento, nunca pensaron que el número de victimas iba a ser tan elevado. Un accidente o un sabotaje fueron las causas probables del desgraciado incidente. Philp Alger, el principal experto de artillería de la Marina, realizó unas declaraciones en el Washington Evening Start en las que afirmaba que las explosiones de los pañoles, por el contrario, producen efectos muy similares a los causados por la explosión a bordo del Maine...La causa más común (de dichas explosiones) es un incendio en las carboneras.
La utilización del Maine como una excusa para la intervención armada en Cuba, Puerto Rico, Filipinas y otras islas del Pacífico, inscribía a los Estados Unidos en una nueva forma de hacer política exterior. La utilización de la agresión como legitimación de sus deseos intervensionistas.

La primera revolución española

La revolución española es el mayor acontecimiento contemporáneo desde el período revolucionario de 1917-18. Su significación, no solo para el porvenir de España, sino para el movimiento obrero internacional, es grandiosa. Tres años después de la derrota sin lucha de la clase trabajadora más poderosa de Europa, la clase obrera alemana, la revolución española muestra nuevamente de qué capacidades, energía creadora y heroismo sin límites dispone el proletariado.

No olvidemos que durante el más amargo de los años de la catástrofe alemana, en 1933, hubo no pocos que llegaron a dudar del socialismo y hasta de la misión histórica del proletariado (Souvarine). La antítesis Alemania 1933-España 1936, es tan neta y visible que, muchos que están acostumbrados a medir los acontecimientos con medidas abstractas y no con medidas históricas, se ven arrastrados a conclusiones falsas y peligrosas. Consideran el movimiento obrero alemán en su totalidad; al mismo tiempo hacen un flaco servicio a la revolución española, dado que la idealizan en lugar de sacar experiencias de ella. Los verdaderos revolucionarios no son poetas líricos, sino elementos críticos y progresivos en la revolución proletaria.

No se puede comparar una revolución en ascenso, como la de julio de España, con el último período de una revolución decadente y vencida, es decir, no se la puede comparar con los acontecimientos del año 1933 en Alemania. No se pueden considerar aisladamente los acontecimientos de 1933 y enfrentarlos con la revolución española de julio, sino que es necesario considerar las dos revoluciones en su conjunto y compararlas; es necesario limitarse a comparar la iniciación de la revolución socialista en ambos países y sacar de este hecho determinadas consecuencias sobre el carácter de ambas revoluciones. Pero en este caso se puede hacer entrar en la comparación la revolución de 1918, en noviembre, es decir, en un período durante el cual, en Alemania, el proletariado derribaba los viejos poderes, pero no tomaba el poder del Estado, y de este modo hizo posible la primera consolidación de la sociedad burguesa.

La decadencia política del «Komintern» nos obliga a aclarar una cuestión que en la teoría y en la práctica se halla resuelta desde hace tiempo: la cuestión del carácter de la revolución de julio de 1936 y de las revoluciones de noviembre en Alemania. Es notorio que el stalinismo considera la revolución de julio como una revolución democrática, cuyo objetivo no puede ser otro que una república democrático-burguesa. Según la interpretación stalinista de la historia, la insurrección de julio de 1936 se relaciona directamente con la revolución democrática burguesa de abril de 1931; julio debe continuar «la herencia de 1931, estabilizar definitivamente la republica morada».

Ciertamente que la revolución de Julio de 1936 y la revolución de Abril de 1931 tienen finalidades comunes; ante ambas se encuentran los problemas sin resolver de la revolución democrático-burguesa; en primer lugar, la cuestión de las nacionalidades, la cuestión agraria y la cuestión religiosa.
En ambas revoluciones, las masas proletaas son la fuerza motriz de la revolución. Pero al lado de estas diferencias comunes, nos sale al encuentro una diferencia fundamental: en la revolución de Abril de 1931, la
dirección de la revolución cae en el regazo de la burguesía liberal, pues la inmensa mayoría de las masas revolucionarias cree todavia-parte de la clase obrera, del campesinado, de la pequeña burguesía y de las minorías nacionales oprimidas- que la buruesía liberal puede y quiere solventar las cuestiones de la revolución democrática. Y esta confianza política de las masas en el papel director de la burguesía, puso límites infranqueables al paso inmediato de la evolución de Abril hacia una revolución socialista. Contra esto, los stalinistas, con su insensata consigna de entonces «¡abajo la república, viva la dictadura proletaria!», debían estrellarse y se estrellaron.

Fueron necesarias las luchas de clase más encarnizadas durante media década, los compromisos más vergonzosos de la burguesía, la insurrección aislada y heroica del proleariado astur, y por último el derrumbamiento de las breves ilusiones del Frente Popular entre febrero y julio de 1936, para
que el proletariado español llegase a comprender, a la vista de la contrarrevolución amenazante, que «la república no puede vivir como república burguesa democrática, sino solamente como república socialista».

Las consignas democráticas de la revolución no pueden ser resueltas por la burguesía; solamente pueden encontrar solución bajo la dirección del proletariado.

Lo que para nosotros, marxistas revolucionarios, desde la primera insurrección independiente del proletariado en la historia, la insurrección de Junio de 1848 en París, estaba claro, lo que Marx escribía a los obreros alemanes en 1850, penetró en los años 1931-36 profundamente en la conciencia del proletariado español. Marx preconizaba, aconsejando a los obreros alemanes, la lucha independiente en la revolución, la creación de órganos de clase independientes frente a la burguesía liberal victoriosa, la continuación de la revolución, la «revolución permanente». El proletariado español reconoció la necesidad de asumir por si sólo la dirección de la revolución y de realizar al mismo tiempo la solución de las consignas democráticas de la revolución y la transformación socialista de la sociedad.

El mayor mérito histórico de los anarquistas en España consiste en que han tomado parte, de un modo activo, en esta revolución de la conciencia proletaria, y de que a pesar de sus falsas concepciones teóricas, han entrado en la revolución de Julio como una fuerza revolucionaria.

Por el contrario, a los stalinistas les estuvo reservado el interpretar la revolución democrática de 1931 como una revolución socialista y la revolución socialista de 1936 como una revolución democrático-burguesa.

Si en 1931 cayeron en el aventurerismo revolucionario, en 1936 han convertido su posición de defensa de la república democrática en una fuerza reaccionaria en período de revolución socialista.